El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, disolvió este viernes el Parlamento tras el colapso de la coalición gobernante, sumando un histórico fracaso a su gestión.
Steinmeier detalló que la disolución del Poder Legislativo la solicitó el canciller alemán, Olaf Scholz, para disminuir los efectos del colapso de la coalición, que se volvió impopular hace unas semanas.
Con la disolución del Parlamento, las elecciones se adelantan para el 23 de febrero, fecha en la que el oficialismo debe demostrar que aún tiene el apoyo para continuar en el poder.
El adelanto de las elecciones se convierte en un arma de doble filo, ya que podría derivar en la pérdida de la mayoría de los parlamentarios y por ende perder el poder de una de las naciones más importantes del mundo.
Una medida similar implementó hace unos meses el presidente de Francia, Emmauel Macron, quien con disolución del Parlamento buscaba disminuir su rechazo, y hasta la fecha su gobierno es inestable sin lograr que el Poder Legislativo apoye el presupuesto del 2025.
La moción de censura en contra del Parlamento contra el primer ministro se sumó a seis votaciones similares que los parlamentarios alemanes han aprobado desde 1949.
"La impopularidad del gobierno de coalición se da tras el despido del ministro de Finanzas, Christian Lindner", se explicó sobre el fracaso de la gestión del actual ministro alemán.
Al igual que el presidente de Francia el funcionario alemán destacó que la mejor decisión es convocar a nuevas elecciones.
"Por eso, las próximas semanas deben dedicarse a encontrar las mejores soluciones a los desafíos de nuestro tiempo", dijo el presidente de Alemania.