El Pentágono envió a más de 1000 soldados a la frontera sur como parte de los primeros esfuerzos para combatir el flujo migratorio irregular.
Desde el miércoles, los uniformados resguardan la zona fronteriza para evitar que más extranjeros indocumentados ingresen a la nación norteamericana.
El apoyo de equipo al gobierno de Trump por parte del Departamento de Defensa incluye en envío de analistas de inteligencia y helicópteros.
"Esto representa un aumento del 60% de las fuerzas terrestres en servicio activo", se informó sobre el envío de 1,000 soldados para que protejan la frontera sur y eviten el ingreso de inmigrantes.
Con el refuerzo militar, son más de 3,500 soldados que estarán en la región fronteriza para cumplir las órdenes del nuevo gobierno que busca luchar contra el flujo migratorio, blindando las fronteras y aprobando leyes que impulsen la deportación exprés.
El Pentágono informó que para mejorar la efectividad de las deportaciones dotará a los agentes migratorios de transportes aéreos.
"Se colaborará con la construcción de barreras físicas temporales y permanentes para aumentar la seguridad de la zona", detalló el Departamento de Defensa de EEUU.
La institución dejó claro que el envío de los 1,000 soldados es el principio de una serie de medidas que se tomarán para ejecutar las misiones de colaboración con otras entidades de seguridad.