El clamor por justicia y el cese de la corrupción del pueblo hondureño ha despertado nuevas formas de expresar la indignación en contra del gobierno de Juan Orlando Hernández.
La campaña en las redes sociales ¿Dónde está el dinero? Es parte de ese deseo de la ciudadanía por ver una Honduras mejor, libre de corrupción.
La indignación de miles de hondureños se plasmó en un mural que fue pintado en una transitada calle de Tegucigalpa, capital de la nación centroamericana.
El mensaje que circuló y se viralizó en las redes sociales por semanas fue sellado por varias personas de identidad anónima en la calle, marcando un nuevo precedente de lucha en Honduras.
Marchas masivas, luto, dolor y brutales represiones remembran las batallas que los hondureños iniciaron desde hace diez años que se perpetró el golpe de Estados.
Las luchas han sido distintas y la indignación ha incrementado tras la toma del poder del Partido Nacional que en plena pandemia se ve salpicado de millonarios actos de corrupción, aprovechándose de la crisis sanitaria mundial.
La promesa de instalar 14 hospitales, la compra de siete hospitales móviles que resultaron ser una estafa, compras sobrevaloradas de mascarillas, son algunos de los actos de corrupción que han salido a la luz pública en plena pandemia de Covid-19.
Estos y otros actos irregulares han despertado la creatividad de un pueblo que busca expresar su indignación y que la noche del sábado y madrugada del domingo la plasmó haciéndose valer del arte.
Las imágenes del mensaje ¿Dónde está el dinero? en plena calle se viralizaron rápidamente, la osadía de los autores del mural es admirada por cientos de ciudadanos que han compartido su trabajo final en las redes como muestra de apoyo.
¿Dónde está el dinero?
Son al menos diez mil millones de lempiras que se desconocen dónde están, dineros aprobados para la construcción de 14 hospitales públicos y que funcionarios públicos anunciaron ante los medios de comunicación.
Los centros asistenciales a más de cuatro meses de iniciada la crisis no han edificado y los hospitales existentes se encuentran desabastecidos de insumos y medicamentos que también ha provocado la muerte de pacientes y personal médico.
La compra de siete hospitales móviles por mil millones de lempiras (48 millones de dólares) es otro acto de corrupción que despertó la indignación de un pueblo que teme por su vida y por el futuro de un país secuestrado tras el fraude electoral del 2017.
Estadías en hoteles de lujo para personal del gobierno en aislamiento por sospechas de contagio, sobrevaloraciones en compras que superan los 16 millones lempiras son tan solo el inicio de una gran podredumbre de corrupción en la nación centroamericana.
Pruebas y declaraciones de funcionarios del actual gobierno en medios locales no son suficientes para que el Ministerio Público actúe en contra de los acusados, quienes se limitan a presentar requerimientos y luego quedan en el olvido.
Código penal
A los enormes y públicos actos de corrupción que dejan desfalcos descomunales en las arcas del Estado se suma la manipulación de las leyes, reflejado en la puesta en marcha del nuevo y cuestionado Código Penal.
Expertos y la población han señalado que el estamento protege a los implicados en corrupción y a pesar de las negativas el estamento ya es Ley en un país con altos grados de impunidad, pobreza y desempleo.
Las reformas al Código Penal fueron contundentes: Reducir las penas para los vinculados en desfalcos millonarios como los perpetrados durante la pandemia, lo que ha instado a la indignación de un pueblo que se siente indefenso.
Comparación de los delitos de corrupción en ambos códigos:
Malversación de caudales públicos
Código de 1983: pena de 6 a 12 años si no excede L. 1,000
Código de 2019: pena de 4 a 6 años
Tráfico de influencia
Código de 1983: pena de 4 a 7 años
Código de 2019: pena de 2 a 5 años
Abuso de autoridad
Código de 1983: pena de 3 a 6 años
Código de 2019: pena de 3 a 6 años
Cohecho
Código de 1983: pena de 5 a 7 años + inhabilitación absoluta
Código de 2019: pena de 2 a 4 años, pero sin inhabilitación absoluta
Enriquecimiento ilícito
Código de 1983: pena de 5 a 15 años + bienes adjudicados al Estado
Código de 2019: pena de 4 a 6 años + bienes no adjudicado al Estado
Fraudes y exacciones ilegales
Código de 1983: pena de 6 a 9 años + inhabilitación absoluta
Código de 2019: pena de 5 a 7 años y desaparece inhabilitación
INDIGNACIÓN
Aunque el pueblo hondureño suma más de diez años de luchas constantes, los actos de corrupción sin precedentes por tratarse de la salud y la vida de seres humanos han desenmascarado a la gestión Hernández y a sus funcionarios.
No solo la campaña y el mural de ¿Dónde está el dinero? Son el ejemplo de la expresión de un pueblo que tiene sed por justicia y de ver a los que desfalcan los fondos estatales pagar por sus delitos.
Datos oficiales señalan que en Honduras son más de 1,400 muertes por el contagio en un sistema sanitario que ya estaba en crisis mucho antes de la pandemia y que con los actos de corrupción la población es mucho más vulnerable.