Hace muchos años, las jornadas de trabajo eran muy largas y las condiciones en las que se trabajaba eran pésimas. El 1º de mayo de 1886, gran cantidad de obreros de los Estados Unidos de América se agruparon para reclamar que la jornada de trabajo fuera de ocho horas, y que mejoraran las condiciones en las que realizaban sus tareas.
En esa movilización, que tuvo como centro la ciudad de Chicago, se produjeron hechos violentos. Como consecuencia, ocho trabajadores fueron condenados a la horca.
Mientras esperaban que se cumpliera su sentencia, a uno de ellos se le cambió la pena por quince años de prisión, y a dos, por cadena perpetua. Los otros cinco fueron ejecutados. Desde entonces, se les conoce como “los mártires de Chicago”.
Siete años después de esos trágicos hechos, se reconoció la inocencia de los condenados y se liberó a los que estaban en prisión. Lamentablemente, ya habían muerto cinco inocentes.
Un Congreso de Trabajadores resolvió realizar todos los años, el 1º de mayo, a partir de 1890, una jornada internacional en la que se plantearan sus reivindicaciones laborales. Eso se ha cumplido desde entonces.
En Montevideo, la plaza 1° de Mayo desde 1997 representa el lugar de concentración masiva de los trabajadores en su día.
El Día Internacional del Trabajo se conoce popularmente como Día de los Trabajadores en varios países: Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, entre otros, o como Día del Trabajo, en Brasil.