El presidente sirio, Bashar al-Assad, fue recibido calurosamente en la Liga Árabe, después de más de una década de aislamiento.
El retorno del país, devastado por la guerra, fue celebrada en la cumbre del bloque regional, que se desarrolló en Jeddah, Arabia Saudita.
Bashar al-Assad destacó durante su discurso la importancia de regresar a la Liga Árabe.
El gobernante sirio mencionó que es una oportunidad histórica para abordar las crisis en toda la región, ya que cientos de ciudadanos están inconformes con su gestión.
"Espero que marque el comienzo de una nueva fase de acción árabe para la solidaridad entre nosotros, por la paz en nuestra región, el desarrollo y la prosperidad en lugar de la guerra y la destrucción", dijo el gobernante en su discurso en la Liga Árabe.
Los ciudadanos han expresado su rechazo y exigen la salida de Bashar del poder. "Pedimos a los pueblos árabes que presionen a sus gobiernos para que se retracten de la decisión [de readmitir a Siria] y para que Bashar al-Assad se vaya".
El hecho histórico ha generado tanto alegría en el gobierno como rechazo entre los sirios.
Por su parte, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, abandonó el evento de la Liga Árabe mientras el presidente sirio daba su discurso.