La historia de Jaelene Daniels, una jugadora de fútbol estadounidense que se negó a usar un uniforme del orgullo gay, ha generado polémica en las redes sociales.
Comentarios en contra y a favor de la joven deportista hicieron que su acción trascendiera las fronteras.
Según medios locales, la joven prefirió perderse el encuentro deportivo antes de usar la bandera LGTBIQ que le exigía su equipo North Carolina Courage.
Para Daniels, el tema de inclusión no pasa por el uso de un uniforme, el cual se negó a usar para no faltar a sus creencias religiosas.
El Washington Post detalló que la futbolista dio un no rotundo cuando el equipo le pidió usar una camisa con los colores de la bandera del orgullo gay.
“Jaelene no estará en la lista esta noche, ya que tomó la decisión de no usar nuestra camiseta del Orgullo”, confirmó uno de los directivos.
Añadieron que estaban decepcionados por la decisión de Daniels, pero que aceptaban su derecho de no participar en la campaña de inclusión desarrollada por el equipo.
Era la segunda vez que el equipo realizaba este tipo de actividades y que muchas de las jugadoras vieron el uso del uniforme como algo poderoso.
“Mi preocupación número uno fue que nada va a interponerse entre eso, porque eso es importante para ellas (las demás jugadoras) y eso significa algo para ellas, y lo mantuve”, dijo el entrenador del equipo sobre la decisión de Daniels.
Por su parte, la futbolista dijo que su compromiso era con su fe y su deseo de que todos respeten las creencias y la sexualidad de los demás.
“Sigo comprometida con mi fe y mi deseo de que la gente sepa que mi amor por ellos no se basa en un sistema de creencias o sexualidad”, acotó la jugadora.
Asimismo, indicó que no tiene nada en contra de sus compañeras que sí apoyan la campaña LGTBIQ. “Rezo y creo firmemente que mis compañeras de equipo saben cuánto las aprecio, las respeto y las amo”.