Los rescatistas trabajan sin descanso en busca de sobrevivientes, mientras los cadáveres de la victimas comienzan a amontonarse.
Son más de 22 mil personas que han fallecido por el devastador sismo en Turquía y Siria. La mayoría de las víctimas son turcas.
Una de las ciudades más afectadas fue Antakya, donde decenas de edificios colapsaron; dejando atrapadas a decenas de personas entre los escombros.
Desde el lunes, los socorristas rescatan a sobrevivientes y sacan los cadáveres del montón de ruinas, amontonándose mientras son identificados.
Expertos han señalado que la cifra de muertos irá en aumento y que existe la posibilidad de que supere los 30 mil entre ambas naciones.
Para Turquía, el sismo representa una catástrofe histórica que no se registraba desde hace cien años, cuando se vivió el terremoto de 1939.
En aquel momento, fueron 30 mil víctimas; se espera que el terremoto del lunes no supera la cantidad de muertos que hasta el momento son de 18 mil.
Historias como la un recién nacido rescatado de las ruinas han conmovido a la opinión pública, el bebé nació siete horas después del terremoto y logró sobrevivir.
Cuando fue encontrado estaba aún conectado al codón umbilical de su madre muerta. Fue el único sobreviviente de la familia.
Otra historia que conmovió fue el rescate de una familia que estuvo bajo los escombros por 96 horas.
Los trabajos para socorrer a los sobrevivientes continuarán, mientras las autoridades buscan organizar las sepulturas de las víctimas ante la crisis humanitaria que se refleja a medida empiezan a amontonarse los cadáveres.