La cadena estadounidense Cracker Barrel Old Country Store sorprendió al anunciar, el 20 de agosto de 2025, la renovación de su icónico logo, un hito que no se producía desde hace 48 años. “Cracker Barrel cambia su logo” se volvió tendencia tras la presentación de un diseño simplificado y textual, inspirado en los orígenes de la marca en 1969.
La directora ejecutiva, Julie Felss Masino, destacó que el cambio obedece al deseo de fusionar tradición y modernidad. Este movimiento forma parte de una ambiciosa estrategia de renovación que incluye la remodelación de tiendas, la introducción de nuevos platillos y una inversión de 700 millones de dólares.
El cambio de logo, lejos de ser una simple actualización estética, representa la mayor transformación visual de Cracker Barrel desde su fundación. Sin embargo, no todos los clientes y observadores lo han recibido positivamente.
Figuras mediáticas como Donald Trump Jr. calificaron el diseño como "woke" y llamaron públicamente a boicotear la marca, temiendo que este giro ponga en riesgo su imagen nostálgica y clásica. En redes sociales, miles de usuarios se sumaron al debate, expresando tanto apoyo como rechazo a la nueva identidad visual. Mientras algunos aplauden la apuesta renovadora, otros lamentan lo que interpretan como un alejamiento de las raíces rurales y tradicionales del restaurante.
La controversia no tardó en impactar en los mercados: las acciones de Cracker Barrel (NASDAQ:CBRL) se desplomaron el jueves más de un 14%, registrando su mayor descenso intradía en varios meses. Actualmente, el valor cotiza alrededor de $50.34, acumulando su quinta sesión consecutiva de pérdidas tras el anuncio del nuevo logo.