El gobierno de Qatar emitió una enérgica condena tras el lanzamiento de misiles por parte de Irán contra la base aérea estadounidense de Al Udeid, situada en las afueras de Doha. Las autoridades qataríes calificaron el hecho como una “violación flagrante de la soberanía nacional” y advirtieron que el país se reserva el derecho de tomar medidas en respuesta.
En un comunicado oficial, Doha subrayó que esta agresión representa una amenaza directa para la estabilidad regional y una infracción grave al derecho internacional. El ataque, atribuido a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC), habría sido en represalia por los bombardeos realizados por Estados Unidos días antes contra instalaciones estratégicas del programa nuclear iraní.
Según reportes de la agencia estatal iraní Tasnim, el operativo bautizado como “Anuncio de la victoria” también incluyó ataques a otras bases estadounidenses en Irak. En Doha, testigos presenciales informaron haber visto proyectiles en el cielo nocturno y haber escuchado varias explosiones tanto en el centro de la ciudad como en la zona de Lusail. Poco después, el gobierno qatarí ordenó el cierre temporal de su espacio aéreo.
La Embajada de Estados Unidos en Qatar emitió una alerta de seguridad pidiendo a los ciudadanos estadounidenses resguardarse, mientras que el Departamento de Estado replicó la advertencia en su portal oficial. Funcionarios estadounidenses confirmaron que la Casa Blanca está siguiendo los acontecimientos en tiempo real y que se mantienen en contacto con las autoridades de la región.
La administración de Donald Trump reiteró su preocupación por el creciente riesgo de ataques contra intereses estadounidenses en Medio Oriente y aseguró que continuará evaluando la situación para responder a cualquier amenaza adicional. Mientras tanto, la tensión en la región continúa escalando, con repercusiones diplomáticas en aumento.