El derrocado presidente de Siria, Bashar al-Assad y su familia se encuentran en la capital de Rusia, Moscú, luego que el gobierno de Vladimir Putin les otorgara asilo humanitario.
“Assad y su familia han llegado a Moscú. Rusia, por razones humanitarias, les ha concedido asilo”, detalló el gobierno ruso en un comunicado de prensa que nuevamente confirma la caía del gobierno después de 14 años de luchas internas.
Bashar era un fuerte aliado de Rusia en Medio Oriente, razón por la cual no dudó en darle asilo y recibirlo en su territorio.
Tras la caída del líder político sirio, considerado por países occidentales como un régimen, Estados Unidos y la Unión Europea han anunciado que apoyarán a construir el país.
Una vez que los rebeldes sirios tomaron el control de Damasco, la capital de la nación, han liberado a cientos de prisioneros que se encontraban en la prisión de Saydnaya.
Videos publicados en redes sociales mostraban a mujeres y al menos a un niño siendo liberados de la prisión.
El derrocamiento de Bashar al-Assad se dio a unas horas de que altos funcionarios de EEUU confirmaran que el "régimen" estaba a punto de llegar a su fin.
Mientras el derrocado presidente sirio huía, los rebeldes destruían la estatua de su padre, tomaban el control de los principales edificios y el primer ministro, Mohammad Ghazi al-Jalali, era retenido por los insurgentes.