El Megapuerto de Chancay, ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, ha sido inaugurado como una de las infraestructuras más ambiciosas de Sudamérica, con el objetivo de consolidar a Perú como un eje logístico clave en el Pacífico. Este proyecto, desarrollado gracias a una alianza entre la naviera estatal china Cosco Shipping Group, con un 60 % de participación, y la minera peruana Volcán, que posee el 40 %, representa una inversión inicial de 3.500 millones de dólares y destaca como un hito en la modernización portuaria de la región.
El puerto, que abarca 141 hectáreas y cuenta con un túnel de acceso de casi dos kilómetros, está diseñado para recibir buques de gran capacidad, hasta 24 mil contenedores, y promete reducir los tiempos de viaje hacia Asia en aproximadamente diez días. Se estima que, una vez en plena operación, manejará un volumen anual de seis millones de toneladas de carga, estableciendo una nueva conexión directa entre Sudamérica y Asia, similar a una "ruta de la seda" moderna.
La inauguración, realizada de manera virtual por la presidenta peruana Dina Boluarte y el mandatario chino Xi Jinping, resalta la importancia estratégica del proyecto no solo para Perú, sino también para el comercio internacional. Expertos señalan que el puerto permitirá establecer rutas marítimas directas entre América del Sur y Asia, algo que hasta ahora era limitado a temporadas específicas, como la exportación de frutas desde Chile.
Este puerto automatizado, el primero de su tipo en América del Sur, marcará un cambio significativo en la logística regional. Según Ricardo Sánchez, especialista en infraestructura portuaria, su impacto será transformador al crear nuevas oportunidades para países vecinos como Brasil, Chile y Colombia, facilitando la integración de mercados y reduciendo costos logísticos.
Algunos lo perciben como un "puerto chino" debido a la inversión mayoritaria de Cosco Shipping Group, lo que ha generado preocupación sobre una posible relación desigual entre Perú y China, así como por el efecto que podría tener en la industria local y en los puertos de países vecinos. Pese a ello, especialistas como Julio Villalobos consideran que el megapuerto representa una oportunidad estratégica para la región, ya que fomentará un corredor bioceánico capaz de conectar de manera más eficiente los mercados del cono sur con Asia.
Además, se prevé que junto al puerto se desarrollen nuevas infraestructuras, como rutas ferroviarias, que facilitarán la distribución de mercancías en toda la región. Omar Narrea, investigador del Centro de Estudios para China y Asia Pacífico, señala que esta obra permitirá que barcos gigantes sirvan como puntos de distribución para ciudades de Sudamérica, mientras que los buques asiáticos podrán regresar con productos agrícolas, beneficiando tanto a los países de la región como a los del sudeste asiático.
Con la puesta en marcha del Megapuerto de Chancay, Perú se posiciona como un actor clave en la conectividad global, integrando mercados, reduciendo costos y fortaleciendo los lazos comerciales entre Sudamérica y Asia en una era de creciente interdependencia económica.