En un paso significativo hacia la reducción de emisiones y el consumo energético en el sector del transporte marítimo, la multinacional estadounidense Cargill anunció el lanzamiento de su primer buque de carga impulsado por energía eólica.
El buque, bautizado como "Pyxis Ocean", ha zarpado en su viaje inaugural desde Singapur con destino a Brasil, y potencialmente Dinamarca.
El Pyxis Ocean, está equipado con las WindWings, unas velas de ala con una altura imponente de hasta 37,5 metros. Fabricadas con materiales similares a los utilizados en las turbinas eólicas, estas velas han sido instaladas en la cubierta del carguero, convirtiendo la fuerza del viento en un recurso aprovechable para la propulsión.
Con su ruta planeada en las corrientes de viento del Atlántico Norte, el buque aprovechará al máximo las condiciones naturales que lo impulsarán sin depender en gran medida de combustibles fósiles.
Según los fabricantes, el Pyxis Ocean y otros buques de carga similares podrían lograr ahorros de hasta un 30% en emisiones al optar por la energía eólica en lugar de depender exclusivamente de motores convencionales.
Este ahorro no solo beneficia al medio ambiente, sino que también podría traducirse en una mejora de la eficiencia operativa y una reducción de costos para las compañías de transporte.
No obstante, el presidente de la división de transporte marítimo de Cargill, Jan Dieleman, declaró: "Es una apuesta arriesgada. No hay garantías de que vaya a funcionar, pero confió en que la industria puede liderar el camino hacia la adopción de tecnologías sostenibles y demostrar su viabilidad a largo plazo".
Por otro lado, John Cooper, director de la compañía británica Bar Technologies, que desarrolló las velas, pronostica un futuro en el que la mitad de los buques nuevos sean propulsados por energía eólica para el año 2025, gracias al impacto significativo en la reducción de consumo y emisiones.
El Pyxis Ocean, con su viaje inaugural de Singapur a Brasil, será un indicador crucial para evaluar el rendimiento y la viabilidad de esta tecnología y después de entregar un posible cargamento de grano a Dinamarca, tiene previsto permanecer en el Atlántico Norte para aprovechar los vientos favorables de la región.