El presidente de China, Xi Jinping, instó a la celebración de una conferencia de paz durante un encuentro con países árabes en Pekín, con el objetivo de resolver el conflicto entre Israel y Hamás.
"Oriente Medio es una tierra con vastas posibilidades de desarrollo, pero la guerra la está devastando", señaló Xi en este foro, al que asistieron el presidente egipcio y otros líderes árabes. "La guerra no debe continuar indefinidamente. La justicia no tiene que estar ausente para siempre", añadió.
China "apoya la integración total de Palestina en la ONU y favorece la realización de una conferencia internacional de paz con una base amplia, autorizada y efectiva", afirmó Xi.
En una reunión previa el miércoles 28 de mayo con el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, Xi expresó su "profunda tristeza" por la situación "extremadamente grave" en la Franja de Gaza. La operación israelí en el enclave palestino ha causado más de 36,000 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza.
El conflicto se desencadenó con el ataque del 7 de octubre de Hamás, considerado grupo terrorista por varios países, contra el sur de Israel, en el que mataron a 1,189 personas y tomaron a 252 rehenes, según cifras de las autoridades israelíes.
"La prioridad principal en este momento es un cese al fuego inmediato, para evitar que el conflicto se extienda y afecte la paz y estabilidad regionales, así como para prevenir una crisis humanitaria aún más grave", afirmó Xi.
El líder chino manifestó su disposición a trabajar con Egipto, que ha mediado en favor de una tregua junto a Catar y Estados Unidos, para seguir ayudando al pueblo de Gaza y presionar por una solución rápida, integral, justa y duradera del problema palestino.
En los últimos años, China ha buscado mejorar sus vínculos e influencia en el mundo árabe, como lo demuestra el acuerdo de 2023 para el acercamiento entre Irán y Arabia Saudita. Además, en abril acogió conversaciones entre los grupos rivales palestinos, Hamás y Fatah, para promover la reconciliación intrapalestina.
Analistas consideran que Pekín desea utilizar la guerra en Gaza para aumentar su influencia en la región y contraponer sus esfuerzos para forjar la paz con la supuesta inacción de Estados Unidos.
En su discurso del jueves, Xi manifestó un "profundo sentido de afinidad" con el mundo árabe y expresó su intención de "mejorar aún más la cooperación estratégica en petróleo y gas".