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La administración del presidente Donald Trump busca ampliar la definición de terrorismo doméstico para tomar medidas contra una serie de ataques dirigidos a vehículos Tesla. Según informes, estos actos de vandalismo, que incluyen incendios y disparos contra los automóviles, estarían motivados por el descontento con la influencia de Elon Musk en el Gobierno de Estados Unidos.
El debate sobre esta nueva clasificación ha generado controversia, especialmente entre críticos de Trump y Musk, quienes señalan la aparente contradicción en la postura del expresidente. Esto se debe a que, durante su mandato, Trump otorgó indultos a más de 1.000 personas involucradas en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, mientras que ahora busca aplicar sanciones más severas contra quienes atacan los vehículos eléctricos.
Pam Bondi, procuradora general, calificó estos actos como “terrorismo interno” y prometió castigos ejemplares para los responsables, incluidos posibles financiadores y coordinadores de los ataques. Sin embargo, no proporcionó evidencia clara sobre una posible organización detrás de estos hechos.
Recientemente, se han reportado incidentes de vandalismo contra Tesla en distintas regiones de EEUU, desde el noroeste hasta el noreste del país. Además, se han presentado casos de agresiones más graves, como el uso de cócteles molotov contra los vehículos en Colorado y un incendio provocado en una estación de carga en Carolina del Sur. En Las Vegas, un taller de reparación de Tesla fue blanco de disparos e incendios, lo que llevó a la policía a reforzar la seguridad en estas instalaciones.
Con esta nueva estrategia, el Gobierno de Trump busca redirigir la atención de las fuerzas del orden hacia estos ataques anticorporativos, lo que podría redefinir el enfoque del terrorismo doméstico en Estados Unidos.
