Las autoridades de Austria frustraron un ataque terrorista que estaba planeado para los conciertos de Taylor Swift en Viena, según informaron Dos sospechosos, de 19 y 17 años, fueron detenidos por su presunta vinculación con el plan, que incluía un ataque suicida dirigido a causar el máximo número de víctimas fuera del estadio Ernst Happel, donde se llevarían a cabo los eventos.
Ambos jóvenes, inspirados por grupos islamistas como ISIS y Al Qaeda, habían acumulado materiales para fabricar bombas en la vivienda del principal sospechoso.
El complot se reveló poco antes de que comenzaran los tres conciertos programados, lo que llevó a su cancelación, dejando a miles de fanáticos devastados. Se esperaba una asistencia de hasta 65,000 personas en cada concierto dentro del estadio, con 30,000 más en el exterior, donde se planeaba el ataque.
El principal sospechoso, un joven austriaco de 19 años con raíces macedonias, había empezado a planear el ataque en julio y había jurado lealtad al líder de ISIS en internet. En su confesión, admitió su intención de utilizar cuchillos o explosivos caseros para matar al mayor número de personas posible. La policía encontró manuales para fabricar bombas y explosivos ya montados en su casa.
El segundo sospechoso, un joven de 17 años con raíces turcas y croatas, trabajaba en una empresa de servicios vinculada a los conciertos y fue arrestado cerca del estadio. A pesar de que ambos sospechosos tenían conexiones con grupos extremistas, ninguno de los dos poseía entradas para los conciertos.
Las detenciones se llevaron a cabo gracias a la cooperación entre los servicios de inteligencia austriacos y sus homólogos extranjeros. Aunque se interrogó a un tercer joven de 15 años en relación con el caso, no se buscan más sospechosos. Los nombres de los detenidos no han sido divulgados debido a las leyes de privacidad vigentes.