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Una operación rutinaria de control migratorio en una granja de cannabis con licencia estatal en el sur de California terminó en enfrentamientos violentos este jueves, dejando un saldo de siete personas heridas y provocando que el FBI busque a al menos un manifestante por su presunta participación en los disturbios.
La redada, realizada por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), contó con el apoyo de tropas de la Guardia Nacional. Las acciones se llevaron a cabo en dos instalaciones operadas por Glass House Farms, una empresa autorizada para el cultivo de cannabis en el estado.
Durante el operativo, las autoridades descubrieron la presencia de diez menores de edad trabajando en la granja, ocho de los cuales estaban no acompañados por adultos. Este hallazgo ha dado lugar a una investigación paralela por posibles violaciones a las leyes de trabajo infantil.
Mientras tanto, organizaciones de derechos civiles han comenzado a manifestarse exigiendo una investigación transparente y el respeto de los derechos humanos, tanto de los migrantes como de los menores implicados.
