La máxima autoridad de la Iglesia Católica, el papa Francisco, fue contundente al recordarle a la humanidad que no faltan perros ni gatos, sino niños en el mundo.
Con sus declaraciones, el pontífice busca que los gobiernos inviertan más en la natalidad y apoyen a las madres que quieren trabajar, y que por sus hijos no pueden.
Al respecto, dejó entrever que muchas mujeres tienen que elegir entre el privilegio de ser madres o de ser profesionales; algo que les priva de tener una vida completa.
La opinión del papa de que no faltan perros ni gatos en el mundo, sino niños, las ofreció en la cuarta edición de los Estados Generales de Natalidad. El evento mundial se desarrolla en Roma, Italia.
Según el líder católico, urgen opciones o decisiones valientes, concretas y a largo plazo de los gobiernos para promover las familias.
Para el papa el problema de la humanidad no pasa por el nacimiento de niños, porque no son ellos los que han provocado tanta contaminación, hambre y falta de recursos en la humanidad.
Con lo anterior, busca dejar claro que no es la falta de niños o la sobrepoblación la que sucumbe al planeta en el cambio de niños; sino las decisiones de los gobiernos.
"Las opciones de quienes solo piensan en sí mismo, el delirio de un materialismo desenfrenado, ciego y rampante, de un consumismo que, como un virus maligno, erosiona de raíz la existencia de las personas y de la sociedad", manifestó.
Esgrimió que en el mundo exista más inversión en la fábrica de armas y anticonceptivos, destruyendo la vida e impidiendo la vida.
"Los hogares se llenan de objetos y se vacían de niños, convirtiéndose en lugares muy tristes... No faltan perritos, gatos. Estos no faltan. Faltan niños", acotó en todo contundente.
Sobre los abuelos, señaló que las familias los están marginando, escondiéndolos al mandarlos a las residencias o asilos de ancianos.
"Hoy hay una cultura de esconder a los abuelos, de mandarlos a la residencia... Abuelos solos. Abuelos descartados. Esto es un suicidio cultural".