El Papa Francisco denuncia cómo la sociedad margina y estigmatiza a los pecadores y criminales cuando, en cambio, debería crear oportunidades para que cambien.
Francisco hizo las declaraciones durante una liturgia penitencial emocional en el centro de detención juvenil de Panamá, donde más de 150 jóvenes están cumpliendo condena por asesinato, robo y otros delitos.
Francisco llevó la Jornada Mundial de la Juventud al centro de detención de Las Garzas para que sus internos, incluso detrás de las cercas de alambre de púas, pudieran participar en el gran festival de fe de la Iglesia católica.
En su homilía, el papa recordó que la sociedad tiende a etiquetar a las personas buenas y malas, a los justos y a los pecadores.
“Esta actitud contamina todo porque levanta un muro invisible que hace creer que marginando, separando o aislando se resolverán mágicamente todos los problemas”, dijo Francisco, luego de escuchar el testimonio de un recluso. “Y cuando una sociedad o comunidad se permite esto y lo único que hace es cuchichear y murmurar, entra en un círculo vicioso de divisiones, reproches y condenas”.