La elección se da durante una misa solemne, completamente privada, en la Basílica de San Pedro, para luego desarrollar una misa en la Capillana Paulina Apostólica, invocando al Espíritu Santo. / Imagen cortesía. 
El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco se reunirá el próximo 7 de mayo, trazando el camino para la elección del nuevo pontífice y máxima autoridad de la Iglesia Católica.
Una fuente ligada al Vaticano detalló que los cardenales iniciarán los consensos ese día para darle a más de 1.400 millones de católicos en todo el mundo un nuevo representante de la fe.
El camino para elegir al sucesor de Francisco inició con el entierro de quien fue el primer papa latinoamericano de la historia de la Iglesia Católica, rompiendo 1,300 años de historia.
Los miembros del cónclave tendrán como desafío elegir al papa número 267, quien tendrá que competir con un pontífice que demostró su amor al pueblo y renunció a su sueldo de arzobispo para mantener su compromiso con los pobres.
El pontífice, antes de fallecer, donó 200 mil dólares a las prisiones; su último acto de amor terrenal y que dejó huellas sobre su pasión por los más necesitados.
De acuerdo con el Vaticano, hay 135 cardenales elegibles para votar; uno de los requisitos es que sea menor de 80 años; el más joven de los cardenales que votará en el cónclave tiene 67 años.
Expertos avizoran que la elección podría durar uno o dos días, basándose en ejemplos de las últimas elecciones papales, entre estos el del papa Benedicto XVI, en el 2005; y el del papa francisco, en el 2013. Ambas elecciones duraron dos días.
La elección se da durante una misa solemne, completamente privada, en la Basílica de San Pedro, para luego desarrollar una misa en la Capillana Paulina Apostólica, invocando al Espíritu Santo.
Posteriormente, el cónclave, por sorteo, elige a tres cardenales como escrutadores y tres como infirmarii. Estos se encargarán de recoger el voto de los cardenales enfermos y tres más como revisores para comprobar el recuento.
La elección es más complicada de lo que parece, ya que cada cardenal da un nombre. "Los caredenales escriben el nombre de su candidato en la papeleta. Una vez decidido por quién voto tendrá que hacer un juramento en latín.
"Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido".
Para quye haya el famoso "Habemus papam", el electo tiene que obtener dos tercios de votos.
