El cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo, y los avances científicos en su tratamiento y diagnóstico son fundamentales para combatir esta enfermedad. El informe anual de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer (AACR) resalta tanto los progresos como las preocupaciones actuales en torno al cáncer, especialmente el aumento de casos en personas menores de 50 años.
Entre las buenas noticias, el informe destaca que la mortalidad general por cáncer en Estados Unidos ha disminuido un 33% entre 1991 y 2021, lo que ha salvado aproximadamente 4,1 millones de vidas. Esta reducción ha sido posible gracias a mejoras en la detección temprana, el tratamiento y las políticas de salud pública, como la reducción en las tasas de tabaquismo. Cánceres como el de pulmón, mama y colorrectal han visto importantes descensos en sus tasas de mortalidad. Por ejemplo, entre 1989 y 2021, la mortalidad por cáncer de mama disminuyó un 42%, lo que evitó casi medio millón de muertes.
Sin embargo, el aumento de cánceres en personas jóvenes es una preocupación creciente. Los cánceres de aparición temprana, que afectan a personas menores de 50 años, están aumentando, especialmente los de mama, tiroides y colorrectal. Entre 2010 y 2019, la incidencia de estos cánceres ha crecido, con un aumento particular del 1,9% anual en los casos de cáncer colorrectal en menores de 50 años. Este incremento ha llevado a los expertos a reevaluar las estrategias de prevención y detección.
El informe también destaca que alrededor del 4,2% de los casos de cáncer diagnosticados en los próximos años corresponderá a personas de entre 18 y 50 años, una población tradicionalmente considerada demasiado joven para desarrollar cáncer. Los científicos han identificado varios factores de riesgo modificables, como la obesidad, el consumo de alcohol, una dieta poco saludable, la exposición a productos químicos en el medio ambiente y las conductas sedentarias, que están relacionados con el aumento de casos en jóvenes.
En el caso de los niños y adolescentes, aunque los casos de cáncer son menos frecuentes, los avances en el tratamiento han mejorado notablemente las tasas de supervivencia. Las tasas de mortalidad por cáncer en estas poblaciones han disminuido un 70% entre los niños y un 63% entre los adolescentes desde la década de 1970. Sin embargo, a pesar de estos avances, el cáncer sigue siendo la principal causa de muerte por enfermedades entre los niños en Estados Unidos.
El informe subraya que aún persisten disparidades raciales y socioeconómicas en el acceso a tratamientos, afectando principalmente a niños y adolescentes afroamericanos e hispanos, quienes enfrentan mayores barreras para acceder a ensayos clínicos y atención médica de calidad. Ante este panorama, los expertos insisten en la importancia de continuar invirtiendo en la investigación para prevenir y tratar eficazmente el cáncer en todas las edades.