Malasia ha tomado la medida de prohibir relojes y accesorios del Grupo Swatch que expresan su apoyo a los derechos de la comunidad LGTBI. Se argumenta que estos productos podrían ser perjudiciales para los valores morales y el interés público. Es importante señalar que en Malasia, donde prevalece la religión musulmana, la homosexualidad es considerada ilegal, y la intolerancia hacia la comunidad LGTBI es un tema de preocupación. Además, en mayo, el país confiscó lotes de relojes de la "colección Pride" de Swatch, que presentaban colores del arco iris y las siglas LGBTQ, lo que ha llevado al Ministerio del Interior a emitir la prohibición de cualquier referencia al colectivo LGTBI en los productos de Swatch, incluyendo relojes, cajas, envoltorios y accesorios.
El ministerio afirmó que los productos de Swatch están bajo la Orden de Prohibición debido a que son productos que pueden perjudicar la moralidad, el interés público y los intereses del Estado, ya que promocionan, respaldan y normalizan el movimiento LGBTQ+, que no es ampliamente aceptado por el público en Malasia.
La venta o posesión de materiales prohibidos en el país puede conllevar una pena de hasta tres años de prisión y una multa de hasta 20,000 ringgit (equivalentes a 4,376 dólares). La empresa ha presentado una demanda contra el gobierno malasio por la confiscación de mayo, alegando que fue ilegal y dañina para su reputación.
Los derechos de las personas LGTBI en Malasia han sido objeto de atención después de que el gobierno suspendiera recientemente un festival de música en la capital, Kuala Lumpur. Esta medida se tomó debido a que el líder de la banda británica de pop rock, The 1975, besó a un compañero en el escenario y criticó las leyes anti-homosexualidad del país.
El debate sobre los derechos de esta comunidad se produce en un momento políticamente sensible en Malasia, un país diverso en términos étnicos y religiosos.