Reino Unido.- El caso de una madre que se enteró que tenía cáncer terminal mientras daba a luz a su hijo ha generado consternación a nivel mundial por presunta negligencia médica.
Lois Walker, experimentó por más de 12 meses dolor de estómago e hizo 20 llamadas a su médico de cabecera durante la pandemia del coronavirus. A pesar su insistencia, los profesionales le dijeron que solo se trataba de una intolerancia a la lactosa.
Desafortunadamente, el día del parto se enteró que tenía cáncer terminal y que ya estaba avanzado. “Se enteró cuando se sometió a una cesaría, los médicos miraron tumores en sus ovarios, revestimiento de su abdomen y los ganglios linfáticos”.
La madre asegura que visitó en múltiples ocasiones al médico y solo recibía medicamentos para la ansiedad y le dijeron que se mantuviera alejada de los productos lácteos.
A un año de diagnosticado el cáncer, los doctores aseguran que no tiene cura y que ya no hay nada más que hacer.
“Ha sido absolutamente diabólico. Se hacen llamar profesionales de la salud y se supone que deben brindarnos atención, pero eso en negligencia”, dijo la madre que se enteró que tenía cáncer terminal al tener a su hijo.
La paciente terminal indicó que si los médicos hubieron hecho su trabajo su diagnóstico no hubiera sido tan tardía y no dejara a tres hijos sin madre.
“Si las autoridades no reconocen que la cosas deben cambiar, lo siento por todos y por todas”, dijo Walker tras aceptar que le quedan pocos días de vida.
El caso de esta madre que se enteró en su parto que padecía cáncer se suma a otros expedientes revelados después de la pandemia del coronavirus y que han cegado la vida de decenas de personas en Reino Unido.
El caso de una joven madre de 27 años generó conmoción hace unos meses por tratarse nuevamente de un diagnóstico médico errado que le imposibilitó luchar por su vida.