Las elecciones de Estados Unidos en 2024 se han convertido oficialmente en las más costosas de la historia, con un gasto total que alcanza casi los 15,9 mil millones de dólares. Esta cifra récord supera los 15,1 mil millones gastados en 2020 y es más del doble del presupuesto destinado en 2016, que fue de 6,5 mil millones. Los datos incluyen los gastos en la carrera presidencial, las elecciones al Congreso y las contiendas locales.
En la contienda presidencial, la candidata demócrata Kamala Harris lideró en recaudación de fondos, alcanzando más de mil millones de dólares, de los cuales un 40% provino de pequeñas donaciones y 586 millones fueron aportados por comités de acción política (PACs). Por su parte, la campaña del republicano Donald Trump recaudó 382 millones en contribuciones directas, con un 28% procedente de donantes pequeños, además de 694 millones de dólares adicionales de comités afiliados.
El gasto más alto se destinó a anuncios de campaña, con un total de 10,5 mil millones en todos los niveles de la elección. Solo las campañas de Harris y Trump destinaron 2,6 mil millones en anuncios entre marzo y noviembre. En términos de gasto en publicidad digital, solo el 17% del presupuesto total se destinó a plataformas en línea, equivalente a 419 millones de dólares. Los demócratas lideraron en el gasto publicitario en Facebook e Instagram, mientras que los republicanos invirtieron más en X (anteriormente Twitter).
Pennsylvania se destacó como el estado pendular con mayor inversión publicitaria, acumulando 264 millones en anuncios presidenciales y sumando un total de 1,2 mil millones en todos los niveles de las elecciones, incluidos los cargos locales.