Elon Musk vuelve a enfrentar desafíos con su ambicioso proyecto de interfaz cerebro-máquina, Neuralink, luego que el primer implante cerebral en un humano experimentara problemas unos meses después de la cirugía.
Noland Arbaugh, quien se convirtió en el primer receptor humano del implante Neuralink hace poco más de 100 días, experimentó una retracción de varios hilos de conexión del dispositivo en su cerebro, según reveló una entrada reciente en el blog de Neuralink. Esta complicación ha afectado la velocidad de transferencia de datos y la efectividad del implante.
Neuralink, la compañía fundada por Elon Musk, había inicialmente reportado que la cirugía de implantación fue un éxito y permitió que Arbaugh controlara su ordenador portátil con la mente, incluso desde distintas posiciones y mientras descansaba en la cama. Antes del implante, Arbaugh dependía de un lápiz óptico sostenido en la boca para interactuar con dispositivos digitales, lo cual era incómodo y limitaba su funcionalidad.
Después de la cirugía, Arbaugh pudo disfrutar de nuevas libertades digitales, como jugar en línea con amigos y actividades cotidianas como navegar por Internet y transmitir en vivo, todo controlado mediante la interfaz del implante cerebral.
Sin embargo, la revelación de Neuralink sobre los problemas técnicos del dispositivo plantea desafíos significativos para el futuro del proyecto. Aunque la compañía no ha ofrecido detalles específicos sobre las causas detrás de este problema, asegura que están investigando a fondo para comprender mejor la situación.
Por el momento, Neuralink no considera necesario retirar el implante, ya que no representa un riesgo para la salud de Arbaugh y el nivel de reducción en el potencial del chip no justifica una nueva intervención quirúrgica.