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Un grupo de al menos 45 empleados venezolanos en Disney World, Florida, ha sido puesto en licencia sin sueldo debido a la incertidumbre sobre su Estatus de Protección Temporal (TPS), según informes difundidos esta semana. Los trabajadores tienen ahora un plazo de 30 días, a partir del 20 de mayo, para presentar una nueva autorización laboral o podrían ser despedidos.
La medida surge luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos eliminara una orden judicial que impedía al gobierno cancelar el TPS, protección migratoria que había sido otorgada a cerca de 350.000 venezolanos. Con esta decisión, las autoridades pueden reactivar planes para anular el programa y proceder con deportaciones.
Un vocero de Disney explicó que la empresa ha otorgado licencias con beneficios a los empleados afectados como medida preventiva. “Mientras se resuelve este asunto legal, hemos optado por no poner a nuestros trabajadores en una situación irregular”, señaló, reiterando el compromiso de la compañía con el bienestar de su personal.
El TPS, establecido en 1990, permite a ciudadanos de países con crisis humanitarias residir y trabajar legalmente en EE.UU. Venezuela fue incluida en esta categoría debido a la profunda crisis social, económica y política que atraviesa desde hace años.
La posible revocación del TPS ha provocado alarma entre defensores de derechos migratorios, quienes advierten sobre las consecuencias de un retorno forzado para miles de familias venezolanas. Aunque el programa fue ampliado bajo el mandato del presidente Biden, ha sido cuestionado por sectores que alegan falta de rigurosidad en la evaluación de los beneficiarios.
En respuesta a la situación, el senador Marco Rubio sugirió que los afectados podrían optar por el sistema de asilo. “Muchas de estas personas tienen argumentos válidos para solicitar asilo político”, indicó, subrayando que esa vía podría ofrecer una solución alternativa ante el fin del TPS.
El futuro de los trabajadores venezolanos en Disney y de miles más en todo el país sigue siendo incierto, mientras las políticas migratorias en Estados Unidos atraviesan un momento de tensión y redefinición.
