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La peste bubónica, conocida también como peste negra, que fue una de las enfermedades más devastadoras durante la Edad Media, vuelve a captar la atención en pleno siglo XXI con la confirmación de un caso en Estados Unidos.
La bacteria infecciosa Yersinia pestis, que puede ser transmitida por roedores y pulgas, fue detectada en un gato y su dueño en el condado de Deschutes, en el estado de Oregón. Se cree que el propietario se contagió al interactuar con su gato doméstico una vez que el animal mostró síntomas de la enfermedad.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la forma más común de contagio de la peste bubónica en humanos es a través de mordeduras de pulgas transportadas por animales.
Las mascotas también pueden contraer la enfermedad al adquirir pulgas tras entrar en contacto con animales salvajes, como los roedores que el gato del paciente podría haber cazado.
Si el animal se enferma debido a la picadura del insecto, puede transmitir la enfermedad a sus dueños por contacto con tejidos o fluidos corporales, como las gotas exhaladas al estornudar.
Los gatos son una de las especies más susceptibles de actuar como vectores de la peste, ya que suelen cazar roedores y su sistema inmunitario es especialmente vulnerable a la infección.
El portavoz de los servicios de salud del condado de Deschutes, Richard Fawcett, informó que el gato falleció tras mostrar signos graves de enfermedad, incluyendo abscesos que requerían ser drenados.
El dueño del gato inicialmente desarrolló una infección en un ganglio linfático, lo que dio lugar a los característicos 'bubones'. Cuando fue ingresado en el hospital, la infección se había extendido al torrente sanguíneo, aunque respondió favorablemente al tratamiento con antibióticos, aún presenta tos persistente.
Los médicos advierten que podría estar desarrollando peste neumónica, una forma de la enfermedad que se puede transmitir por vía aérea entre humanos, aunque se necesita confirmación adicional.
Los contactos cercanos del afectado no presentan síntomas, pero están recibiendo tratamiento con antibióticos como medida de precaución.
Estados Unidos registra alrededor de siete casos de peste bubónica cada año, principalmente en zonas rurales del oeste del país.
Este incidente marca el primer caso registrado en los últimos dos años en el estado de Oregón. Los puntos de mayor actividad se localizan en los condados del norte de Nuevo México, el norte de Arizona, el sur de Colorado, California, el sur de Oregón y el oeste de Nevada, según información proporcionada por los CDC.
Aunque la peste bubónica causó una devastación masiva durante la Edad Media, los avances en higiene y saneamiento han reducido su incidencia a niveles mínimos en la actualidad. Sin embargo, persiste en la naturaleza debido al reservorio animal, lo que ocasionalmente resulta en casos humanos.
Los expertos instan a tomar precauciones, como evitar el contacto con roedores, pulgas y animales enfermos, para reducir el riesgo de infección.
