Delta Air Lines anunció que compensará con 30.000 dólares a cada pasajero del vuelo 4819, que sufrió un aterrizaje forzoso y volcó en el Aeropuerto Internacional Pearson de Toronto el pasado lunes. A bordo viajaban 76 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación, todos los cuales sobrevivieron al incidente.
El avión, que partió de Mineápolis, terminó con el ala derecha rota y en posición invertida tras un brusco aterrizaje. Aunque 21 pasajeros fueron trasladados a hospitales, solo uno permanecía internado hasta el miércoles, según informó la aerolínea. Delta aclaró que el pago ofrecido no está sujeto a condiciones y no afecta el derecho de los pasajeros a emprender acciones legales.
Por el momento, las autoridades han dado pocos detalles sobre la causa del accidente. Ed Bastian, director ejecutivo de Delta, mencionó que la tripulación era altamente experimentada, pero no ofreció más información.
Algunos pasajeros ya han comenzado a explorar opciones legales para reclamar una indemnización mayor. El bufete canadiense Rochon Genova confirmó que representa a varios de los afectados.
Según los tratados internacionales de aviación, las aerolíneas deben realizar pagos anticipados a los pasajeros en caso de accidentes que resulten en lesiones o fallecimientos. Sin embargo, esto no implica una aceptación de responsabilidad por parte de la compañía.
Casos similares han ocurrido en el pasado. En 2013, Asiana Airlines ofreció 10.000 dólares a los sobrevivientes de un aterrizaje de emergencia en San Francisco, mientras que en 2023, Alaska Airlines compensó a los pasajeros de un vuelo afectado por la pérdida de un panel en pleno vuelo con 1.500 dólares y el reembolso del boleto.
El accidente del vuelo 4819 ha reavivado el debate sobre las compensaciones en la industria aérea y la responsabilidad de las aerolíneas en situaciones de emergencia.