La Policía de Australia confirmó hoy que el apuñalamiento ocurrido en una iglesia asiria de Sídney el pasado lunes fue un acto terrorista con motivaciones religiosas, instando a la calma en la población local.
En el incidente, que tuvo lugar en el oeste de Sídney, resultaron heridas cuatro personas, incluido un destacado obispo, aunque ninguna de gravedad.
La comisaria policial del estado de Nueva Gales del Sur, Karen Webb, anunció en conferencia de prensa que, después de evaluar toda la información disponible, se determinó que se trató de un acto terrorista.
El sospechoso del ataque era conocido por la Policía, pero no figuraba en ninguna lista de vigilancia terrorista.
Los agentes que respondieron al incidente fueron agredidos por personas fuera de la iglesia, quienes utilizaron objetos como ladrillos y estacas para atacar a la policía y dañar sus vehículos.
El barrio donde ocurrió el ataque alberga a una pequeña comunidad cristiana asiria, compuesta en su mayoría por personas que escaparon de la persecución y la guerra en Irak y Siria.