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La Oficina Federal de Investigación o Buró Federal de Investigaciones (FBI, con sus siglas en inglés) aseguró que Thomas Crooks, el atacante de Donald Trump, tenía dos bombas en su poder el día del incidente.
El FBI entregó este miércoles un informe detallado de la investigación, revelando algunos detalles del joven de 20 años que intentó matar al candidato demócrata.
Christopher Wray, director del FBI, compareció ante la Cámara de Representantes para detallar qué motivó a Crooks a cometer el delito y cómo logró burlar la seguridad de los agentes.
En el informe se destaca que el atacante actuó solo, descartando que sea producto de algún complot para liquidar al representante republicano que superaba a Joe Biden en las encuestas.
De acuerdo con las pesquisas, Crooks utilizó un dron que dejó en el vehículo, donde también había una bomba que el atacante podía detonar.
"Se recuperaron ocho cartuchos de municiones", se indicó sobre la operación que el joven desarrolló sin ayuda externa y sin saber hasta el momento qué lo motivó a intentar matar a Donald Trump.
El dron encontrado en el vehículo de Crooks fue utilizado a unos 180 metros del lugar donde el expresidente realizó su discurso, visionando imágenes durante 11 minutos.
Sobre los explosivos se detalló que se encontraron dos bombas, una en el vehículo y una en el carro. Los explosivos podían ser manejados por el joven desde un transmisor.
Asimismo, el FBI indicó que Crooks utilizaba una aplicación de mensajería cifrada para comunicarse.
Otro de los datos es que el Thomas buscó información sobre el asesinato de John F. Kennedy antes de intentar asesinar al magnate estadounidense.
