Thomas Crooks, el joven que disparó en contra de la humanidad del expresidente, Donald Trump, fue considerado sospechoso 62 minutos antes de intentar matar al magnate.
El senador republicano John Barraso denunció que Crooks fue fotografiado como persona sospechosa antes que abriera fuego.
Asimismo, se indicó que el joven que intentó matar a Trump había sido localizado por francotiradores 20 minutos antes de disparar.
De acuerdo con la denuncia de Barrasso, si los agentes hubieran actuado el intento de asesinato hubiera sido frustrado y no hubiera dejado en manifiesto la negligencia de los agentes.
"Crooks fue reportado como una persona sospechosa una hora antes de que atentara contra la vida del candidato republicano", dijo Barroso sobre el ataque, que demostró que el Servicio Secreto no actuó de acorde a la situación.
La información que confirma que el joven que intentó matar a Trump fue identificado una hora antes se suma a un informe que recibió la institución de seguridad sobre un supuesto complot iraní para matar a Trump.
El senador republicano tras la denuncia solicitó que el jefe de seguridad del Servicio Secreto sea despedido de su cargo, responsabilizándolo de las fallas de seguridad que pusieron en peligro la vida del exgobernante y candidato republicano.
“Llevaba un telémetro y una mochila. El Servicio Secreto lo perdió de vista. Nadie ha asumido la responsabilidad”, dijo Barroso sobre la falta de seriedad para proteger la vida del exmandatario.
Según el informe, algunos agentes vieron a Crooks con un telémetro, para medir la distancia de los disparos, antes de que el expresidente subiera al escenario. "A pesar de esta información, el Servicio Secreto permitió al expresidente subir al escenario".
Afortunadamente, Trump no sufrió daños mayores y el caso de intento de magnicidio está bajo una exhaustiva investigación.
El FBI ha entrevistado a más 200 personas, ha revisado el celular de Crooks y ha analizado más de 14 mil fotografías.