El gobierno de la India busca implementar una ley de ciudadanía que excluye a los musulmanes, generando polémica a nivel internacional.
La decisión de aplicar la nueva ley, considerada discriminatoria, se da a unas semanas de las elecciones, en las cuales el primer ministro indio, Narandra Modi, busca un tercer mandato.
El nuevo estamento es conocido como la Ley de Enmienda de Ciudadanía, y tiene como objetivo proporcionar una vía rápida hacia la naturalización para hindúes, parsis, sijs, budistas, jainistas y cristianos que huyeron a la India.
A pesar de que la ley incluye a varios extranjeros, no tomaron en cuenta a los musulmanes que son mayoría en la India.
La Ley de Enmienda de Ciudadanía data de 2019, cuando el Parlamento dio luz verde a su implementación; pero el primer ministro decidió ponerla en pausa por las protestas violentas.
Los protestantes aseguraban que el nuevo estamento socavaba los cimientos de la India secular, razón por la cual se espera que las protestas vuelvan a reavivarse.
Organismos defensores de los derechos humanos han denunciado que los musulmanes temen que el gobierno pueda utilizar la ley, combinada con un registro nacional de ciudadanos, para marginarlos.
"El Registro Nacional de Ciudadanos es parte del esfuerzo del gobierno de Modi para identificar y eliminar a las personas que, afirma, llegaron a la India sin autorización legal", se detalló desde el gobierno.
Autoridades aseguran que la ley es humanitaria y está destinada únicamente a extender la ciudadanía a las minorías religiosas que huyen de la persecución y no se utilizará contra los musulmanes.
En la India viven 200 millones de musulmanes, dispersos por casi todas partes de la India.