Tijuana, México. Mas de 2,000 migrantes en su mayoría hondureños han arribado a la ciudad de Tijuana, y la situación es crítica, muchos de ellos han tenido que dormir en las calles y se han reportado “malos tratos” hacia los migrantes que integran la caravana.
Tras un largo recorrido a través de todo el territorio mexicano, aproximadamente 2,300 migrantes centroamericanos llegaron a Tijuana y fueron recibidos de una manera inesperada, con rechazo, gritos en contra de la caravana e inclusive hasta agresiones con piedras.
Varios de los integrantes de la caravana han reportado el mal trato que han sufrido en su estadía en la ciudad, aseguran que son vistos con indiferencia por parte de las personas que trabajan en los albergues que la municipalidad de Tijuana a provisto, y por eso muchos han tomado la decisión de dormir en la calle.
Juan Manuel Gastélum, el alcalde de Tijuana, anuncio que realizará una consulta a los ciudadanos para detener la llegada de los migrantes a su ciudad, pues considera que la seguridad y tranquilidad de los tijuanenses se encuentra en peligro. Gastélum ha dicho en una entrevista con una cadena de noticias que en el grupo de migrantes “se ha colado una serie de viciosos”. El alcalde se muestra indignado ante el trato que la federación le ha dad, y solicita que se les deporte a su país de origen.
Gastélum calificó a los migrantes como “gente non grata” e “indeseable”, y culpa al gobierno federal por no realizar su papel y permitir la entrada a los migrantes al territorio mexicano y por no proveer de los fondos suficientes para instalar a los migrantes en áreas para instalarlos.
El titular de la municipalidad comentó que, “no todos son migrantes, hay algunos que son una bola de vagos, marihuanos, fumando marihuana en la calle, agrediendo a las familias en las playas de Tijuana”, también asegura que la caravana de migrantes, “llega en un plan agresivo, grosero con canticos, retando a la autoridad”,
Ante la supuesta amenaza para la seguridad que representa la presencia de los migrantes en Tijuana y los actos de confrontación que se dieron en las playas de Tijuana considera que “los derechos humanos son para los humanos derechos” y no para los migrantes.
En la otra cara de la moneda, en el lado estadounidense de la frontera el alcalde de Imperial Beach, Serge Dedina, se ha mostrado más compasivo y más empático con los migrantes, mientras el que el alcalde de Tijuana deshumaniza e insulta a los integrantes de la caravana de migrantes.