La Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) continúa su batalla legal contra Meta, la empresa matriz de Facebook, con una demanda que podría obligarla a vender Instagram y WhatsApp. El caso, que se originó durante el primer mandato del presidente Donald Trump, sostiene que Meta adquirió estas plataformas para eliminar la competencia en el espacio de redes sociales donde los usuarios interactúan con amigos y familiares.
Según la FTC, las adquisiciones de Instagram en 2012 y WhatsApp en 2014 se realizaron estratégicamente para proteger el dominio de Meta y evitar que nuevas empresas ganaran terreno. El abogado de la comisión, Daniel Matheson, aseguró que estas acciones "establecieron barreras de entrada" que mantienen la falta de alternativas reales para los consumidores.
De ser favorable a la FTC, el fallo podría tener un fuerte impacto en Meta, ya que se estima que aproximadamente la mitad de sus ingresos publicitarios en Estados Unidos provienen de Instagram. Además, la demanda representa una oportunidad para que el nuevo gobierno de Trump demuestre un enfoque firme hacia las grandes tecnológicas, a pesar de los vínculos recientes entre Meta y la administración, incluyendo donaciones para la toma de posesión y visitas frecuentes de Mark Zuckerberg a la Casa Blanca.
Por su parte, la defensa de Meta rechaza los argumentos de la FTC y asegura que la empresa ha contribuido a mejorar la experiencia de los usuarios. El abogado Mark Hansen afirmó que las dinámicas de las redes sociales han cambiado, y que hoy los usuarios pasan más tiempo consumiendo videos cortos, una tendencia influenciada por TikTok, lo que demuestra una competencia activa en el sector.
Este caso se suma a una serie de demandas antimonopolio dirigidas también contra otras grandes empresas tecnológicas como Amazon, Apple y Google, mientras crece el escrutinio sobre el poder de las plataformas digitales en Estados Unidos.