Volkswagen está diseñando estrategias para enfrentar los aranceles del 25% impuestos por Estados Unidos a las importaciones de automóviles desde México, aunque descarta medidas apresuradas para trasladar vehículos a través de la frontera.
La automotriz alemana produce en su planta de Puebla alrededor de dos tercios de los vehículos que vende en EE.UU. y ha recibido una prórroga de un mes en la aplicación de los aranceles, gracias al cumplimiento de las reglas del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).
El CEO de la marca, Thomas Schäfer, señaló que aumentar la producción en su planta de Chattanooga, en EE.UU., tomará tiempo y que, por el momento, están evaluando soluciones a largo plazo. Por su parte, el director financiero, David Powels, aseguró que la empresa no ha adelantado envíos de automóviles desde México ante la posible aplicación de los aranceles.
En paralelo, Volkswagen avanza en su plan de reducción de costos con el objetivo de elevar su margen de ganancias al 6.5% para 2029, frente al 2.9% actual. Hasta el momento, ha recortado 4,200 empleos, eliminado turnos nocturnos y optimizado la producción.
Sin embargo, la marca ha registrado una caída del 4.3% en sus resultados operativos de 2024, y el segmento de vehículos de pasajeros redujo su beneficio en más de una cuarta parte, alcanzando los 2,820 millones de dólares. Factores como los costos de nuevos modelos, indemnizaciones por reducción de personal y estímulos para la compra de autos eléctricos han afectado su rentabilidad.
El Grupo Volkswagen prevé que su margen operativo, del 5.9% en 2024, podría mejorar ligeramente este año, aunque sigue enfrentando desafíos como la competencia de fabricantes asiáticos y las tensiones comerciales.