En un comunicado difundido este lunes, el gobierno de Venezuela denunció la existencia de un supuesto plan para colocar explosivos en la embajada de Estados Unidos en Caracas.
Autoridades venezolanas subrayaron la gravedad del caso, solicitando a las autoridades estadounidenses y a la comunidad internacional tomar nota del riesgo.
“Alertamos al mundo sobre un plan terrorista contra la embajada de Estados Unidos en Caracas, con la complicidad de factores externos e internos”, indicó el funcionario en rueda de prensa citada por medios nacionales.
La denuncia ocurre en un contexto de históricas fricciones entre Caracas y Washington, donde incidentes de seguridad suelen escalar la retórica política entre ambos gobiernos.
Tensión diplomática y reacciones tras la denuncia
El gobierno estadounidense, de momento, no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las afirmaciones venezolanas.
No obstante, la denuncia ha suscitado preocupación en sectores diplomáticos y sociales, ya que un eventual atentado en la sede de una embajada podría afectar no solo la seguridad del personal diplomático, sino la propia estabilidad regional.
La oposición venezolana ha pedido transparencia y acceso a la información sobre la supuesta amenaza, mientras que expertos señalan que la protección de sedes extranjeras es un deber fundamental de todo Estado anfitrión, conforme a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

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