Un vuelo de Singapore Airlines que sufrió turbulencias extremas y un brusco descenso de 2.000 metros, seguido de un aterrizaje de emergencia en Bangkok, ha dejado a veinte personas en cuidados intensivos.
El vuelo SQ321 de Singapore Airlines, que despegó de Londres, se encontraba a 11.000 metros de altura sobre Birmania cuando fue sacudido por turbulencias severas y repentinas.
La magnitud del evento fue tan grande que varios pasajeros fueron lanzados violentamente contra el techo de la cabina, causando graves lesiones. Las fotografías tomadas después del incidente muestran un escenario caótico con comida, botellas y equipaje dispersos por el suelo y máscaras de oxígeno colgando del techo.
Andrew Davies, un pasajero británico, describió la experiencia en una entrevista con BBC: “El avión cayó de repente, hubo muy pocas advertencias. Vi a gente con laceraciones en la cabeza. Las turbulencias eran increíblemente fuertes”.
El avión, que transportaba a 211 pasajeros y 18 tripulantes, logró aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Suvarnabhumi en Bangkok. Los heridos, procedentes de Australia, Reino Unido, Hong Kong, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Filipinas, fueron trasladados a los hospitales Samitivej Srinakarin y Samitivej Sukhumvit, donde permanecen en las unidades de cuidados intensivos.
Singapore Airlines ha expresado su pesar por el incidente. Goh Choon Phong, director de la aerolínea, lamentó “la traumática experiencia” y ofreció sus “más sinceras condolencias” a la familia de Geoff Kitchen, un director de teatro de Bristol, quien falleció presuntamente de un ataque al corazón durante el vuelo.
El Primer Ministro de Singapur, Lawrence Wong, envió un equipo de investigadores a Bangkok y declaró que están “trabajando estrechamente con las autoridades tailandesas”, además aseguró que se tomarán todas las medidas necesarias para esclarecer las causas del incidente.
Anthony Brickhouse, experto en seguridad aérea, subrayó la importancia de mantener el cinturón de seguridad abrochado en todo momento, una práctica que muchos pasajeros descuidan una vez que la señal de cinturón se apaga. “En cuanto se apaga la señal, la mayoría de pasajeros se desabrocha inmediatamente el cinturón”, afirmó.
El aumento de turbulencias extremas ha sido relacionado con el cambio climático. Geoffrey Thomas, redactor jefe de AirlineRatings, citó un estudio universitario del Reino Unido que muestra un incremento del 55% en las turbulencias severas en los últimos 40 años. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, el número de víctimas mortales relacionadas con turbulencias ha disminuido en las últimas dos décadas.
Los aviones modernos están equipados con sofisticados radares, como el MultiScan, que proporcionan una imagen precisa del tiempo. A pesar de esto, el servicio de predicción meteorológica AccuWeather señaló que “tormentas explosivas” se estaban desarrollando cerca de la ruta del vuelo en el momento del incidente.
Este evento ha generado una discusión sobre la necesidad de implementar medidas más estrictas para garantizar la seguridad de los pasajeros. Geoffrey Thomas sugirió que las aerolíneas deberían hacer obligatorio el uso del cinturón de seguridad mientras los pasajeros están sentados, independientemente de la señal de cinturón.
“Creo que este incidente incitará a las compañías aéreas, sea o no un mandato oficial, a recomendar enfáticamente que los pasajeros mantengan el cinturón de seguridad abrochado durante todo el vuelo”, concluyó Thomas.