Un nuevo giro en el misterioso incidente que involucró al Boeing 787 Dreamliner de LATAM Airlines en su trayecto entre Chile y Nueva Zelanda, ha salido a la luz luego de dejar a 50 pasajeros heridos durante el vuelo.
Según reportes de The Wall Street Journal, se ha identificado una posible causa del accidente, “una azafata habría activado accidentalmente un interruptor en el asiento del piloto mientras servía comida a la tripulación en la cabina”.
Este incidente desencadenó una función motorizada que movió el asiento del piloto, llevándolo a presionar los controles de vuelo, según lo explicado por investigadores estadounidenses basados en información preliminar.
Aunque esta función está diseñada para mover el asiento a una posición de almacenamiento, no debería utilizarse mientras el piloto está sentado. Sin embargo, la investigación sugiere que el piloto podría haber estado en una posición poco convencional, posiblemente con las piernas cruzadas sobre el asiento.
Latam Airlines ha confirmado que están cooperando plenamente con las autoridades en la investigación del incidente, pero se han negado a comentar sobre los informes preliminares hasta que se llegue a una conclusión.
Boeing, el fabricante del avión, ha expresado disposición para colaborar en la investigación según sea necesario, manteniendo contacto con su cliente, LATAM.
El vuelo de LATAM llevaba a bordo 263 pasajeros y 9 miembros de la tripulación cuando tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Auckland, en Nueva Zelanda, luego de experimentar un brusco descenso en pleno vuelo.
Los hallazgos preliminares coinciden con información anticipada en un manual que Boeing distribuirá sobre el mencionado interruptor en el asiento del 787 Dreamliner. Además, la publicación especializada Air Current había sugerido previamente que la investigación se centraba en un movimiento inesperado del asiento del piloto.