El presidente y CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, testifica en una audiencia del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes en Washington, EE. UU., El 23 de octubre de 2019. REUTERS / Erin Scott
The Federalist, un medio conservador estadounidense, publicó un análisis de las elecciones 2020 concluyendo que el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, inyectó al proceso $400 millones para garantizar la victoria de Joe Biden.
De acuerdo con el medio, el multimillonario “compró” el acceso del demócrata a La Casa Blanca por medio de dos organizaciones.
“Dos organizaciones financiadas por el fundador de Facebook invirtieron 419,5 millones de dólares para aumentar la participación y asegurar la victoria”, cita el informe.
Con sus conclusiones, The Federalist insiste en que si se inyectó esa enorme cantidad de dinero, las elecciones no fueron robadas sino que compradas por el CEO de Facebook.
“Fue comprada a través de la inversión realizada por el Centro de Tecnología y Vida Cívica (CTCL por su sigla en inglés) y el Centro de Innovación e Investigación Electoral (CEIR). Ambas entidades se habrían dedicado a inyectar dinero privado en el sistema electoral, algo desconocido previamente en la política de EE.UU”, agrega la investigación.
Sobre el uso del dinero que inyectó el multimillonario se indicó que fue para financiar filtraciones en oficinas electorales a nivel de ciudad.
Con estas filtraciones se logró realizar distintas prácticas que favorecieron a Joe Biden, entre las que están la campañas intensivas de divulgación en áreas mayoritariamente demócratas.
The Federalist, destacó que las organizaciones CTCL y CEIR fueron usadas para carácter partidario a pesa que se definen como sin fines de lucro.
De acuerdo con el análisis sobre los fondos que inyectó Zuckerberg “ las 26 subvenciones que CTCL brindó a ciudades y condados de Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Pensilvania, Texas y Virginia, que fueron de un millón de dólares o más, 25 fueron a áreas en las que Biden se impuso en los comicios”.
Asimismo, señala que la financiación privada tiene como objetivo crear un sistema electoral oculto para favorecer a demócratas.
