Miles de personas salieron este jueves a las calles de Turquía para protestar en contra del presidente Tayyip Erdogan por retirar a la nación de un tratado que protege a las mujeres de la violencia machista.
Según el gobierno turco, el Convenio de Estambul promueve la homosexualidad y deteriora los valores familiares, algo que no se puede aceptar en el país.
Las críticas en contra del gobernante no se hicieron esperar y calificaron la decisión como machista, despertando el repudio de un buen sector de la ciudadanía.
Expertos señalaron que el retiro del tratado coincide con el aumento de los feminicidios en la nación y que la decisión desencadenará más violencia.
A pesar de las protestas y de los comentarios, Erdogan defendió su decisión asegurando que protegerá los valores familiares y no permitirá la normalización de la homosexualidad.
Según analistas, la salida del tratado es un intento del gobernante de lograr el apoyo de del electorado más conservador de cara a las elecciones de 2023.
Organismos internacionales como la ONU pidieron a Turquía reconsiderar la decisión y calificaron como lamentable la acción del mandatario.
‘La decisión de Turquía de retirarse de la Convención de Estambul es profundamente lamentable y debe revertirse”, dijo la ONU en un comunicado de prensa.
Por su parte, Erdogan anunció un “plan de acción” para luchar contra la violencia machista, que incluiría, por ejemplo, la revisión de la legislación y una mejor formación de los magistrados en estos temas.