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Un ciudadano estadounidense de 24 años fue detenido en la India tras ingresar sin autorización a la isla Sentinel del Norte, hogar de una de las tribus más aisladas y hostiles del mundo. Esta zona, ubicada en las islas Andamán y Nicobar, está estrictamente protegida por las leyes nacionales, que prohíben cualquier contacto con sus habitantes para evitar la alteración de su estilo de vida y la transmisión de enfermedades.
El turista llegó a la ciudad de Port Blair el 26 de marzo y, días después, utilizó una embarcación inflable con motor para acercarse a la isla. Según la investigación policial, el 29 de marzo exploró la costa noreste con binoculares, sin detectar presencia nativa. Permaneció en alta mar durante una hora, haciendo sonar un silbato para llamar la atención. Al no recibir respuesta, desembarcó brevemente, tomó muestras de arena, grabó un video y dejó una lata de Coca-Cola y un coco en la orilla como ofrenda.
Las autoridades sospechan que el joven había planificado cuidadosamente su viaje, pues ya había visitado las islas Andamán y Nicobar en ocasiones anteriores. Actualmente, se encuentra en prisión preventiva y bajo interrogatorio. La Embajada de Estados Unidos ha sido notificada sobre su situación legal.
La isla Sentinel del Norte, del tamaño aproximado de Manhattan, alberga a una de las últimas tribus no contactadas del mundo. Los sentineleses son conocidos por su rechazo total al contacto exterior y han atacado a forasteros que han intentado acercarse. Su aislamiento extremo los hace vulnerables a enfermedades para las que no tienen inmunidad, lo que ha llevado al gobierno indio a restringir cualquier tipo de interacción con ellos.
