El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a través de su cuenta de Twitter anunció el domingo que designará al grupo Antifascistas (Antifa) como una organización terrorista a pesar de que el gobierno de EEUU no tiene la autoridad legal para etiquetar a un grupo local de la forma en que se designa a otras organizaciones extranjeras.
Durante una entrevista desde el Centro Espacial Kennedy, Trump ha asegurado que la “violencia y vandalismo” que se ha visto en las protestas en todo el país por la muerte de George Floyd, está siendo liderada por Antifa y otro “grupos radicales de izquierda que están aterrorizando a los inocentes destruyendo empleos, perjudicando negocios y quemando edificios”.
Asimismo, el asesor de seguridad de la Casa Blanca, Robert O’Brien repitió los comentarios del presidente estadounidense durante el programa State of the Union de CNN, donde indicó que la violencia “Está siendo impulsada por Antifa”
Por su parte, Scott Crow, ex líder de Antifa dijo que los “ideales radicales” promovidos por Antifa están empezando a ser adoptados por los liberales. “Nuca habrían mirado (esto) antes, porque nos veían cómo el enemigo tanto como los derechistas”.
Varios expertos legales han rechazado las declaraciones del mandatario y han negado que él tenga el poder para designar como un grupo terrorista a un movimiento civil. Asimismo, han criticado que Trump categorice como terroristas a grupos de manifestantes de una manera generalizada.
De acuerdo con Hina Shamsi, directora del Proyecto de Seguridad Nacional de la Unión Americana de Libertades Civiles de la ACLU, por sus siglas en inglés, “el terrorismo es una etiqueta inherentemente política, fácilmente abusable y más utilizada.”