El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, ha dado un paso atrás en la aplicación de aranceles, excluyendo celulares, computadoras y chips.
La decisión tiene como objetivo no afectar a las grandes empresas tecnológicas como Apple, que dependen de la mano de obra china para poder mantenerse en el mercado.
El anuncio de excluir los productos tecnológicos se registró luego de que se informara que sus nuevos aranceles dispararían en unos meses el precio de los aparatos, específicamente el del iPhone.
Se estima que los precios de un aparato tecnológico subirían de 120 a 600 dólares, razón por la cual ha excluido a los celulares, computadoras y chips de sus tan cuestionados aranceles.
Las nuevas pautas arancelarias de Trump fueron publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (con sus siglas en inglés CBP).
La extensión de los aranceles también beneficia a Taiwán, porque abarca a las máquinas utilizadas para fabricar semiconductores.
Expertos avizoran que la medida de excluir celulares, computadores y chips no dará una solución a largo plazo por la aplicación de los primeros aranceles, que serán traslados a los consumidores.
Apple ha intentado disminuir el alcance de los aranceles,
Analistas habían alertado que las más perjudicadas con los aranceles a productos tecnológicos serán las grandes empresas estadounidenses.
Apple ha intentado disminuir el impacto trasladando sus fábricas de Asia a EEUU, pero la fabricación de un teléfono en esta nación representa mayores costos, lo que un aparato iPhone se compraría a 3,000 dólares, mil dólares más del valor actual.