Los documentos desclasificados detallan que el hermano del actual mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, distribuyó armas a las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“Según el Fiscal, tanto CW-3, CW-5 y el acusado (Tony) realizaron esfuerzos diversos para distribuir armamento a coconspiradores en México y Colombia, incluida la ex guerrilla FARC”, cita el informe que consta de 200 páginas y revela cómo se operó en Honduras el trasiego de drogas y de armas.
La “conspiración terrorista” de proveer armamento en México y Colombia fue rechazada por la defensa de Tony Hernández, quien intentó utilizar la Regla 403 para desestimar el argumento.
“El segundo circuito recientemente rechazó un argumento de la Regla 403 donde la evidencia impugnada ayudó a establecer la existencia de una conspiración terrorista, así como el propósito de la conspiración y su modus operandi”, señalan autoridades judiciales estadounidenses que aseguran contar con “evidencia de que (Tony Hernández) ayudó a vender armas a las FARC”.
En relación con los elementos probatorios, la Fiscalía detalla que “el gobierno complementó sus declaraciones y ahora identificó a un Oficial de Aplicación de Armas de Fuego ("FEO") igualmente calificado de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos ("ATF") para ayudar al jurado a comprender otras armas relacionadas con la evidencia que es relevante para las violaciones del acusado”.
Las acusaciones en contra de Tony Hernández ahora también incluyen la distribución del armamento, utilizando evidencia incautada en el teléfono del exdiputado hondureño considerado el canal clave entre los narcotraficantes y el Poder Ejecutivo en los gobiernos de Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández.
De acuerdo con la Fiscalía, se cuenta con testimonios de expertos para determinar “las características, rangos, capacidades, cañones de tiro y usos legítimos comunes de las armas que serán identificadas por testigos cooperantes o se reflejarán en la evidencia incautada de los teléfonos del acusado”.
Los testimonios de expertos y cooperantes determinarían que las armas distribuidas por Tony Hernández y otros narcotraficantes fueron utilizadas para asesinatos y actividades relacionadas al trasiego de cocaína.
“El gobierno ha informado al acusado que “FEO” Toy testificará sobre pistolas Glock, FN Five-seven pistolas, pistolas Beretta, armas de fuego Kel-Tec, ametralladoras M60, rifles FAL, AK-47, AR-15, M16, IMI Galils, juegos de rol, y lanzagranadas de 40 milímetros. El gobierno también identificó a la defensa las fotografías de las armas de fuego incautadas de los teléfonos del acusado sobre las cuales se espera que “FEO” Toy testifique y proporcione una transcripción de testimonios de expertos similares por un “ATF”, “FEO”, diferente en un juicio por terrorismo en mayo de 2019 en Estados Unidos v. Kourani”, especifica el informe oficial.
Los testimonios son catalogados como “extremadamente relevantes” para entregar al jurado la base probatoria en contra del acusado y qué uso se le dieron a las armas, exclusivas para manejo militares.
“En este juicio, se debe permitir que FEO Toy brinde explicaciones limitadas de cómo funcionan estas armas y para qué se usan típicamente para ayudar al jurado a evaluar no solo si son "ametralladoras" o "dispositivos destructivos" según la Sección 924, sino también si fueron utilizados para promover el delito de narcotráfico como seguridad para ser utilizados contra el contacto hostil con el personal militar y policial”, apunta la Fiscalía que busca demostrar la culpabilidad de Tony Hernández.
Pero no solo Tony Hernández “caería” en la justicia estadounidense, porque al comprobar los testimonios la Fiscalía tendría la potestad de levantar cargos en contra de dos expresidentes nacionalistas, catalogados como coconspiradores.
La figura de CC-3 (Porfirio Lobo Sosa) y CC-4 (Juan Orlando Hernández) implica acusaciones criminales más serias, como brindar protección a los traficantes de estupefacientes.
