Los talibanes lograron tomar el control de tres capitales provinciales más en Afganistán. La caída de estos territorios marcó el último acontecimiento en una ofensiva implacable de los talibanes que duró una semana mientras las fuerzas estadounidenses y la OTAN finalizaban su retirada del país devastado por la guerra.
Los extremistas han intensificado su empuje en gran parte de Afganistán, apuntando con sus armas a las capitales de provincia después de tomar grandes extensiones de tierra en el campo mayormente rural. El lunes controlaron cinco de las 34 capitales de provincia del país. Al mismo tiempo, han estado llevando a cabo una campaña de asesinatos dirigida a altos funcionarios del gobierno en la capital, Kabul.
La redada se produce a pesar de las condenas de la comunidad internacional y las advertencias de las Naciones Unidas de que no se reconocería una victoria militar y una toma del poder por parte de los talibanes. Los talibanes tampoco han escuchado los llamamientos para volver a la mesa de negociaciones y continuar las conversaciones de paz estancadas desde hace mucho tiempo con el gobierno afgano.
Los militantes talibanes han logrado rápidos avances en las últimas semanas. Habiendo capturado grandes extensiones de campo, ahora están apuntando a pueblos y ciudades clave.
Talibanes toman el control de cinco capitales provinciales de Afganistán en 72 horas
Las tres ciudades del norte cayeron bajo el control de los talibanes con pocas horas de diferencia entre sí el domingo, y un residente de Kunduz describió la situación como "un caos total".
Mientras tanto, el gobierno afgano dijo que sus fuerzas estaban luchando para recuperar instalaciones clave.
Este año se han desplazado miles de civiles. Las familias, incluidos bebés y niños pequeños, se han refugiado en una escuela en la ciudad nororiental de Asadabad.
Al menos 27 niños han muerto y 136 han resultados heridos en las últimas 72 horas en Afganistán según informó el lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en un comunicado. Unicef dijo que la mayor parte de las víctimas se produjo en la provincia de Kandahar, donde continúan los feroces combates entre las fuerzas talibanes y el Ejército afgano.
"Estas atrocidades son una prueba de la naturaleza brutal y la escala de la violencia en Afganistán, que se ceba con los niños ya vulnerables", dijo Unicef