En el corazón de la constelación de Coronae Borealis, a unos 3.000 años luz de la Tierra, se encuentra un sistema binario que ha capturado la atención de astrónomos y entusiastas del cielo nocturno. Este sistema está compuesto por una enana blanca y una gigante roja, cuyas interacciones están a punto de desencadenar un espectáculo estelar sin precedentes.
La enana blanca, aunque pequeña en tamaño, posee una masa similar a la del Sol. Su compañera, una gigante roja en la etapa final de su vida, cede material a la enana blanca, la cual lo acumula hasta desencadenar una explosión termonuclear que aumenta drásticamente su brillo. Este fenómeno, conocido como nova, es un evento recurrente en el caso de T Coronae Borealis (T CrB), y los expertos predicen que la próxima erupción está a la vuelta de la esquina.
La Dra. Rebekah Hounsell, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, expresó la emoción que siente la comunidad científica ante la proximidad de este evento. “Tener la oportunidad de observar de cerca un fenómeno tan raro es una verdadera maravilla no solo para los aficionados, sino también una valiosa oportunidad de estudio para los científicos”, comentó Hounsell en un comunicado de la NASA.
La Dra. Elizabeth Hays, también de la NASA, explicó que el brillo de la nova aumentará gradualmente durante las primeras 24 horas hasta alcanzar su punto máximo. “El mejor momento para observarla a simple vista será aproximadamente un día después de la erupción”, añadió Hays. Este fenómeno será visible a simple vista durante aproximadamente una semana, ofreciendo un espectáculo que no se puede pasar por alto.
La historia de T CrB es rica y fascinante, con registros de erupciones que datan de 1217, cuando fue observada por el abad alemán Burchard. Las erupciones también se documentaron en 1866 y 1946. Este ciclo de explosiones regulares, que difiere de una supernova en que no desintegra la estrella, ha mantenido a los investigadores expectantes y al borde de sus asientos, anticipando el próximo destello.
Según los cálculos de Brad Schaefer, catedrático emérito de Astronomía de la Universidad Estatal de Luisiana, y datos proporcionados por astrónomos aficionados de la Asociación Americana de Observadores de Estrellas Variables (AAVSO), se espera que la próxima explosión de T CrB ocurra entre ahora y septiembre de 2024. Este pronóstico se basa en la observación de un "descenso previo a la erupción" en el brillo de la estrella en marzo de 2023, lo que sugiere que está acercándose a su punto crítico.
Los observadores que deseen presenciar este evento deben buscar la constelación de Hércules y localizar las estrellas Vega y Arcturus. Una vez que la nova estalle, su resplandor será tan intenso que será visible a simple vista.
La explosión de T Coronae Borealis es una oportunidad única para observar un fenómeno cósmico de gran relevancia. La combinación de una enana blanca y una gigante roja en una danza mortal es un recordatorio del dinamismo y la belleza del universo. A medida que nos preparamos para este evento celestial, los ojos del mundo estarán puestos en la constelación de Corona Borealis, esperando con ansias el próximo gran destello que iluminará nuestros cielos y nos recordará la maravilla de la observación astronómica.