Fotografía cortesía. / Vía AFP.
Los sindicatos franceses se han apoderado del país desafiando al presidente, Emmanuel Macron, quien busca impulsar reformas a las pensiones.
Son más de cinco días de constantes huelgas y protestas en distintas regiones de la nación europea por la negativa de forzar un cambio de edad en las jubilaciones.
Macron ha intentado varias veces hacer esta reforma, pero las masivas protestas han detenido sus pretensiones en el pasado.
Desde que el gobernante tomó el poder de Francia ha impulsado los cambios en la edad de jubilación, pasado de 62 años a 64 y el aumento de la cotización a 43 años y no a 42. Esto ha generado la ira de los franceses que no han dudado en salir nuevamente a las calles.
Medios internacionales han hecho eco a la noticia de que los sindicatos se apoderaron de la nación, trastocando los viajes, bloqueando puertos, refinerías y vertederos de basura.
La violencia en las movilizaciones se ha intensificado desde el miércoles, cuando los sindicatos de todo el país convocaron a los trabajadores.
El líder del partido de izquierda Insoumis, Jean-Luc Mélonchon, pidió a los manifestantes mantener la calma sin dejarse intimidar.
Macron busca que la reforma sea implementada sin que pase a votación en el Parlamento, conociendo que los legisladores no votarán a favor.
A pesar de que el gobierno sabe el alcance de que los sindicatos se apoderen del país, han indicado que la reforma va para finales del 2023.
Los manifestantes aseguran que no permitirán que Macron fuerce la aprobación del proyecto de ley que eleva la edad de jubilación.
