El pasado fin de semana, los seguidores de la cantante Taylor Swift provocaron temblores en Edimburgo, Escocia, durante sus conciertos en el estadio Murrayfield, según informó el jueves el Servicio Geológico Británico (BGS).
Las estaciones de monitoreo sísmico, situadas en distintos puntos de la ciudad, detectaron una actividad inusual entre el viernes y el domingo, hasta seis kilómetros a la redonda del estadio. Esta actividad sísmica se debió al entusiasmo y la energía de aproximadamente 200,000 fans que asistieron a los conciertos, así como a la potencia del sistema de sonido del evento.
El BGS, que incluso creó un gráfico detallando los momentos de mayor vibración, señaló que las canciones "Ready For It?", "Cruel Summer" y "Champagne Problems" fueron las que más entusiasmo generaron entre el público. La energía acumulada de los asistentes durante cada concierto se calculó en unos impresionantes 80 kW, equivalente a la energía de aproximadamente 6,000 baterías de automóvil.
"Escocia sigue siendo conocida por tener uno de los públicos más apasionados y entusiastas," afirmó Callum Harrison, sismólogo del BGS. Estos temblores "inducidos", aunque no tienen un origen natural, fueron detectados por instrumentos científicos de alta sensibilidad diseñados para captar la más mínima actividad sísmica. Harrison subrayó que es poco probable que las vibraciones se hayan sentido fuera de los alrededores inmediatos del estadio.
La mayor actividad sísmica se registró el viernes, coincidiendo con el primer concierto de Taylor Swift en Escocia como parte de su gira británica. La estrella del pop, conocida por su influencia y popularidad, atrajo a miles de seguidores en lo que se ha convertido en un fenómeno cultural significativo.
En julio del año pasado, un concierto de Taylor Swift en Seattle, Estados Unidos, también generó actividad sísmica significativa, alcanzando una magnitud de 2,3 en la escala de Richter, aunque algunos expertos consideran esta cifra exagerada.
"The Eras Tour" de Taylor Swift, que inició en marzo de 2023 en Estados Unidos, se ha convertido en la primera gira de la historia en alcanzar la cifra de 1,000 millones de dólares en venta de entradas, una cifra que se espera podría duplicarse al concluir en diciembre en Canadá.
Según estimaciones del banco Barclays, la gira de Taylor Swift podría generar casi 1,000 millones de libras (alrededor de 1,278 millones de dólares) para la economía británica, con una asistencia prevista de alrededor de 1.2 millones de espectadores.
Este evento en Edimburgo no solo subraya el impacto cultural de Taylor Swift, sino también su capacidad para movilizar y energizar a grandes multitudes, dejando una marca indeleble tanto en el ámbito musical como en la economía local.