Rusia anunció este lunes que ha ordenado un aumento en los patrullajes para impedir que las personas cacen marmotas en los límites fronterizos cercanos a China y Mongolia, luego de que en ambas naciones se registraran posibles casos de peste bubónica, que puede ser transmitida por los animales.
La decisión de las autoridades rusas surge luego de que funcionarios de Salud en Bayan Nur, una ciudad ubicada al noroeste de Pekín, emitieran una advertencia el domingo después de que un hospital reportara un supuesto caso de la mortal enfermedad.
Autoridades de la región rusa de Altai, fronteriza con Kazajistán, China y Mongolia, informaron sobre la presencia de funcionarios patrullando la zona para hacer cumplir la prohibición de caza de marmotas y para advertir a la gente de los peligros.
La agencia de noticias TASS, reportó que la oficina local de Rospotrebnadzor, el órgano encargado de la supervisión de la salid del consumidor, afirmó este lunes que los casos registrados al otro lado de la frontera suponen una amenaza para los habitantes de Altai.
Alerta en China por sospechas de casos de peste bubónica
La peste bubónica, conocida como la “muerte negra” en la Edad Media, es una enfermedad altamente infecciosa y a veces letal que se propaga sobre todo por roedores. Los brotes de peste bubónica son cada vez más raros.
Es importante detallar que la enfermedad tras infectar los ganglios afecta los pulmones. Los síntomas del padecimiento son similares a los de una gripe, como fiebre, dolor de cabeza y vómitos cuando se están en los primeros siete días del desarrollo de la enfermedad.
“La peste bubónica se propaga principalmente por la picadura de pulgas infectadas que habitan en roedores”, detallaron los expertos.
La enfermedad también se puede propagar mediante la exposición de fluidos corporales de un animal infectado. Para detectar si una persona tiene peste bubónica se realiza el diagnóstico por medio de la sangre, esputo o líquido de ganglios linfáticos.
Reportes del Centro Nacional de Mongolia para las Enfermedades Zoonóticas (NCZD) en Mongolia pusieron en sobreaviso dos casos sospechosos de la enfermedad. Ante la posibilidad de un rebrote, Mongolia decretó cuarentena para su región occidental.