El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha dado un paso significativo en la transformación del entorno educativo al firmar una ley que prohíbe el uso de teléfonos móviles por parte de los estudiantes durante las clases de los programas de enseñanza elemental, básica y secundaria, a menos que sea por motivos de emergencia.
La nueva legislación, publicada este martes en el portal oficial de información legal, modifica la Ley de Educación en la Federación Rusa de 2012. Además de la restricción sobre el uso de dispositivos móviles, la normativa introduce cambios en las asignaturas obligatorias para todas las escuelas del país, incorporando "las bases de seguridad y defensa de la Patria".
Las enmiendas, propuestas por un grupo de diputados encabezado por el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, y respaldadas por todos los grupos parlamentarios, recibieron la aprobación de la Cámara Baja el 6 de diciembre y del Senado (Consejo de la Federación) el día 13.
El vicepresidente de la Duma, Piotr Tolstói, detalló que la administración escolar, en conjunto con los padres, tendrá la responsabilidad de determinar cuándo se devolverán los teléfonos a los estudiantes, ya sea durante los recreos o al finalizar la jornada escolar.
La diputada Olga Kazakova, líder del Comité de Educación de la Cámara Baja de la Asamblea Federal rusa, señaló previamente que cada escuela tendrá la libertad de decidir cómo implementar prácticamente la prohibición de teléfonos durante el proceso educativo.
Esta medida, que refleja la creciente preocupación sobre la distracción digital en el aula, "busca fomentar un entorno de aprendizaje más enfocado y reducir las interrupciones causadas por el uso de dispositivos móviles", según el comunicado.
Además, la ley reconoce la importancia de mantener la atención de los estudiantes en el contenido educativo, al tiempo que deja a las instituciones educativas la flexibilidad para gestionar la devolución de los teléfonos de manera práctica y eficiente.