Resuelven el misterio del "Hombre del Pináculo", encontrado congelado en una cueva hace 50 años

Resuelven el misterio del «Hombre del Pináculo», encontrado congelado en una cueva hace 50 años

Un hombre congelado en una cueva de Pensilvania en 1977 ha sido finalmente identificado, resolviendo un misterio de casi 50 años.

cueva congelado hombre Foto: Shutterstock
  • Karla Alvarez | 02-09-2024.5:44 pm.

En enero de 1977, dos excursionistas en Pensilvania realizaron un macabro hallazgo que dio inicio a uno de los misterios más duraderos del estado. En una cueva oculta bajo el mirador del Pináculo, en el sendero de los Apalaches, descubrieron el cuerpo congelado de un hombre. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, su identidad permaneció desconocida por casi cinco décadas, y fue apodado el “Hombre del Pináculo”.

El 17 de enero de 1977, se realizó una autopsia que reveló que el hombre, de entre 25 y 35 años, había muerto por sobredosis de barbitúricos, determinándose que se trataba de un suicidio. Aun así, nadie reclamó el cuerpo, y fue enterrado en una fosa común en el condado de Berks. Durante años, el caso permaneció en la oscuridad, sin pistas que ayudaran a identificar al fallecido.

En 2019, las autoridades exhumaron el cuerpo para realizar nuevos análisis de ADN, pero los resultados no arrojaron coincidencias. No obstante, esta semana, el detective Ian Keck, de la Policía Estatal de Pensilvania, optó por revisar archivos antiguos. Entre los documentos encontró la tarjeta original de huellas dactilares del «Hombre del Pináculo», que se creía perdida. La envió a NamUs, y en menos de una hora, un analista del FBI logró identificar al hombre como Nicholas Paul Grubb, de 27 años, oriundo de Fort Washington, Pensilvania, quien había sido reportado como desaparecido.

Grubb, quien había servido en la Guardia Nacional del Ejército de Pensilvania, vivió momentos difíciles antes de su desaparición. Aunque todos sus familiares directos ya habían fallecido, un pariente fue localizado y confirmó su identidad, expresando su agradecimiento a las autoridades. Los restos de Grubb serán trasladados a la parcela familiar, donde finalmente descansará en paz.

Aunque se ha logrado identificar a Nicholas Grubb, aún persisten interrogantes sobre sus últimos días. ¿Qué lo llevó a refugiarse en una cueva de los Apalaches durante uno de los inviernos más severos en la historia de Pensilvania? ¿Estaba buscando un lugar para morir o se vio atrapado en una situación desesperada? ¿Qué lo impulsó a consumir una dosis letal de barbitúricos?

El detective Ian Keck, quien fue clave en la resolución del caso, expresó su deseo de que esta identificación brinde algo de paz y cierre a la familia de Grubb. «Espero que esto les proporcione algo de consuelo, aunque las circunstancias sean trágicas», comentó Keck. Sin embargo, la historia de Grubb, como tantas otras en el mundo de los casos sin resolver, es un sombrío recordatorio de que algunas preguntas pueden quedar sin respuesta.

La investigación sobre las circunstancias que rodearon la muerte de Nicholas Grubb sigue en curso, con la esperanza de que algún día todos los misterios se aclaren.

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